![]() |
La tragedia de ser libre |
La tragedia de ser libre nace de la importancia que le hemos concedido
a la libertad en nuestra sociedad actual. Cualquier persona considera que no
hay nada más importante que ser libre, y básicamente hemos conceptualizado a la
libertad como la posibilidad de elegir.
Si
no hay elección no hay libertad, y el deseo de cualquier ser humano de
cualquier parte del mundo es poder elegir como desea vivir su propia vida.
El hombre necesita existir como ser libre para poder
encontrarse y finalmente si tiene suerte y valor definirse; por este mismo
motivo, es el ser humano el que en todo su complejo proyecto que es vivir
concibe su sitio en este mundo, proyecta todos sus sueños hacia un futuro que
ha dibujado en el horizonte como su porvenir y se forja su espíritu en esa
lucha diaria que es vivir, o mejor dicho, nacer un poco todos los días.
De
este deseo, o mejor dicho, de esa necesidad inherente a la naturaleza humana,
surge la tragedia de ser libre.
LA TRAGEDIA DE SER LIBRE PARA EL HOMBRE ACTUAL
Todos
queremos sentirnos creadores de nuestras vidas y para percibir esa sensación de
libertad, buscamos afanosamente en cualquier escenario de nuestras vidas
(trabajo, familia, hijos, pareja, política…) la mejor elección.
Si
la libertad tiene una finalidad que es poder elegir y todos aceptamos que es la
libre elección sería la máxima expresión de la esencia de libertad, a mayor
cantidad de opciones mayor felicidad para el ser humano; pero este silogismo en
la sociedad actual no es cierto.
Aquí
es donde nace la tragedia de ser libre
porque en los últimos diez años se ha multiplicado las opciones que las
personas tenemos en cualquier faceta de nuestra vida.
Eres
libre para elegir, pero ¿qué?, ¿cuál de todas esas opciones que tenemos frente
a nosotros es la adecuada?. El asno de Buridán tuvo el mismo problema y no le fue muy bien,
espero que a ti te vaya mejor…
Si para cada elección que hacemos realizamos un
análisis, siempre necesitaremos tiempo y esfuerzo para decantarnos por alguna
de las posibles opciones, y no somos una CPU trabajando al 100%. Nuestra
capacidad de procesamiento de información es limitada.
La capacidad de elegir nos hacía libres pero ahora nos
encontramos que no estamos preparados para disponer de tantas opciones de entre
cuales elegir la idónea. Da igual a lo que nos refiramos, desde el consumo
diario hasta el tipo de vivienda o pareja…
LA TRAGEDIA DE SER LIBRE Y LA SOCIOLOGÍA
Herbert A.Simon en la década de los 50 nos
hablaba de la satisfacción y de lo que es susceptible de satisfacer.
Para Herbert A. Simon
es necesario valorar los objetos y servicios no sólo por el precio sino
también por el tiempo y el esfuerzo que había que dedicar a su obtención.
Barry Schwartz en su ensayo “Por qué más
es menos” se percató de que en las estanterías de los almacenes, telefonía,
coches, viajes, financiación… y otros muchos servicios que encontramos a
nuestra disposición, tal era la cantidad de posibilidades que se le ofrece al
consumidor normal que en vez de ayudarle le complicaban la vida.
Para Barry Schwartz, en esta situación no se
incrementa la libertad si no que se convierte en una pesada carga.
Daniel Kahneman y Amos Tversky afirmaban que el ser
humano tiene miedo a la pérdida y que la ganancia cuanto mayor es, menor
utilidad marginal aporta.
Uno de sus experimentos sociológicos venía a demostrar
la complejidad del ser humano a la hora de tomar decisiones en las cuales surja
la posibilidad de pérdida. Si podemos optar entre ganar 100 euros o jugarnos a
cara o cruz entre no ganar nada y ganar 200 tendemos a elegir la ganancia
segura. Pero cuando tenemos que optar entre perder 100 euros o jugarnos a cara
o cruz el perder 200 o no perder nada tendemos a elegir la opción de arriesgar.
Para Daniel Kahneman y Amos Tversky esto es consecuencia de que tenemos una clara
aversión a perder más que al riesgo, o al menos a riesgos que son difíciles de
medir o valorar.
Ante semejante situación, las opciones que tenemos
para elegir en todos los ámbitos de la vida, pasan de incrementar nuestra
libertad a convertirla en una compleja carga para el ser humano, quizá por este
motivo la mejor manera de evitar la
tragedia de ser libre pasa por decidir no elegir.